Luis Garrido Juaristi

Nació en Logroño el 16 de junio de 1875.
Se caso con Dª Ceferina Martínez Zaporta y tuvieron cuatro hijos. Dos de ellos fueron destacadas personalidades de la vida madrileña. D. Luis Garrido, abogado de Estado y jefe de la Asesoría Jurídica del Ministerio de Industria y Comercio y D. Moisés Garrido, notable letrado, miembro de la Junta de Gobierno del Ilustre Colegio de Abogados de Madrid, fundador de la Institución de Huérfanos de la Abogacía, junto a D. Ángel Ossorio y Gallardo, decano del Ilustre Colegio de Abogados de Madrid.
Cursó estudios de magisterio en Madrid obteniendo el título de Maestro Nacional. Su primer trabajo en la capital de España fue como auxiliar bibliotecario en el Museo de Filipinas ubicado en el Casón del Buen Retiro dependiente del Ministerio de Instrucción Pública. Luego estudió la carrera dependiente del Ministerio de Instrucción Pública. Luego estudió la carrera de Derecho que terminó en junio de 1889 entrando como pasante en el despacho del ilustre jurisconsulto D. Francisco Bergamín. en 1900 se incorporó al Ilustre Colegio de Abogados de Madrid; fue nombrado secretario suplente del Juzgado Municipal de Chamberí en 1902 y electo concejal del ayuntamiento de Madrid por el Distrito de Buenavista en 1916 para, poco después, ocupar el puesto de primer teniente de alcalde.
Su gran salto a la vida política lo dio en 1918 cuando fue elegido alcalde por elección popular de la villa de Madrid desde 1918 hasta 1920 después de que este Ayuntamiento permitiese a sus concejales elegir a su alcalde. Juaristi tuvo que competir con políticos de la talla de D. Antonio Goicoechea, D. Miguel Colón Cardany, D. Miguel Maura, el conde de Limpias, el marqués de Villabrágima y los señores Besteiro, Largo Caballero,  Anguiano y Saborit. Cuarenta y cuatro concejales votaron y eligieron a nuestro ilustre paisano como el mejor alcalde para la ciudad de Madrid; obtuvo 32 votos a favor y 12 papeletas en blanco. Su elección se festejó con un gran banquete; el Colegio de Abogados acordó que cada uno de sus colegiados contribuyesen con cinco pesetas para regalar un bastón de mando al señor Garrido. El 11 de enero de 1919 regresó a Logroño donde fue recibido oficialmente por las autoridades de la capital y saludado con gran cariño por sus paisanos.
De sus actividades en la Alcaldía destacó por el honor que tuvo de inaugurar junto al Rey Alfonso XIII la primera línea del Metropolitano, popularmente conocido como el Metro. El evento tuvo lugar el 17 de octubre de 1919 y el primer trayecto de la estación de Sol a la de Cuatro Caminos se completó con éxito. Durante su mandato como Alcalde, se estableció que la circulación fuera por la derecha, se inauguró el Teatro de La Latina, del arquitecto D. Pedro Muguruza, la estatua de Pérez Galdós  de D. Victorio Macho en el Retiro, se puso por el Rey la primera piedra de la Casa de Velázquez en la ciudad Universitaria de Madrid, se levantó el monumento al Sagrado Corazón del arquitecto D. Carlos Maura Nadal el 30 de mayo de 1919 y se falló el concurso para la construcción del Círculo de Bellas Artes. También se inauguró el Palacio de Comunicaciones de los arquitectos D. Antonio Palacios y D. Joaquin Otamendi con obra escultórica del madrileño D. Andrés García.
El 18 de octubre de 1918, se inauguró la Hemeroteca Municipal de la que fue el verdadero creador.
Durante su mandato sucedió el incendio del Gran Teatro que, curiosamente había sido fundado por un riojano.
Al día siguiente de su cese en la Alcaldía, ocurrida el 31 de marzo de 1920, retornó a sus aficiones literarias (en sus años jóvenes colaboró en el periódico La Rioja con el seudónimo de Elege) pasando a la tribuna de la presa municipal y escribiendo en las columnas de «El Liberal».
Desempeñó también importantes cargos en la vida política y social madrileña; electo diputado tercero de la Junta de Gobierno del Ilustre Colegio de Abogados de Madrid en 1921; presidente de la Cámara de la Propiedad Urbana desde 1932 hasta 1936; representante del Gobierno en el Canal de Isabel II en 1934 y presidente de la Asociación de Socorrros del Ilustre Colegio de Abogados de Madrid desde 1939 a 1940.
Murió en Madrid el 16 de mayo de 1940.  A su entierro asistieron destacadas personalidades de la vida política madrileña como D. Ramón Serrano Suñer (ministro de la Gobernación); D. Miguel Primo de Rivera; D. Alberto Alcocer (alcalde de Madrid) y una nutrida concurrencia que acompañó al cadáver desde su casa sita en la Gran Vía hasta la Plaza de Cibeles,  recibiendo sepultura en el panteón que la familia tiene en el Cementerio de la Almudena.
Madrileño de adopción, nunca olvidó La Rioja a la que siempre llevó en el corazón y por eso, cuando se reorganizó el Centro Riojano de Madrid en la calle Hortaleza, número 3, fue elegido su presidente por unanimidad (1931-1933)

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